viernes, 7 de febrero de 2014

No me digan qué pensar







Vuelvo con mi espacio de diatribas, que para eso lo tengo.

He comentado en diversas ocasiones que hace tiempo que estoy totalmente desconectada de la actualidad. En cierta medida ha sido por la profunda falta de fe en la veracidad de los medios de comunicación. En realidad, no es sólo falta de veracidad, sino en muchos casos incluso "desinformación": hay noticias de las que no sabremos nada jamás, simplemente porque los grandes capos mediáticos deciden qué información es la que debemos recibir y qué información dejar perdida entre archivos. Si a esto le sumamos que parece que cuando nos dan una información, nos la rumian y dan machacada y por si acaso bien cocinada en los hornos del politiqueo, dando además por sentado las pocas entendederas de los receptores del material informativo, entenderán que optase durante un tiempo por no meterme en lides que lo único que me dan son disgustos.

Ha pasado un tiempo y supongo que he evolucionado, o por lo menos mi verdadero asqueo inicial ha pasado a una paulatina aceptación de la realidad. No queda otra. Éste es el mundo en el que vivimos. Así que he ido adaptando mi pensamiento hacia otra orientación, ahora trato de ver a los medios, como a un niño pequeño ciertamente mentiroso, al que se ha de creer la mitad de lo que pueda contar, entender que falta la otra mitad por contar y tener claro, que lo que cuenta, será siempre desde el punto de vista de un niño, para el que el su mundo y por ello sus miras, son pequeñas. Realmente pequeñas.

También he decidido obviar a aquellos a quienes parecen pedir a estos medios con desmedida ansiedad: "dime qué pensar": Me refiero a todos los que se tragan todos estos tipos de documentos con clara orientación política, la que sea, en el que se trata la materia política con la misma ligereza que se le concede a la prensa rosa, incluso en tantísimos casos, se otorga mucha más seriedad y tiempo a esta prensa rosa que a la que verdaderamente debiera de interesar. En fin, sensacionalismo político e investigación rosa. Un sinsentido.

Y aquí me encuentro. Informándome poco a poco, o más bien desinformándome, limpiándome las alas de toda aquella información contaminada por ideas de otros y tratando de crear las propias. Así que por favor, mejor hago un contra llamamiento a los medios: "por favor, denme toda la información y no me digan qué pensar, que de eso ya me encargo yo o por lo menos lo intento".

No hay comentarios: