domingo, 23 de diciembre de 2007

jueves, 6 de diciembre de 2007

Sobre la socialización



Creo en el individuo porque si no creyese en él, tendría que creer en la sociedad y en sus bondades. Y en eso, sí que no creo.

Considero que no ha sido más que un invento que adquirió vida propia (los inventos tienen esta tendencia) e hizo aquello que siempre hemos temido que haga un invento, es decir, absorbió los intereses humanos y los hizo propios, pero su mayor logro, fue hacer creer lo mismo al conjunto de seres humanos.

Después, en vista de la trayectoria del hombre, se impuso y mediante coacciones y estratagemas de convencimiento, obligó a seguir el camino por ella marcado y considerado por bueno y noble. Eliminó entonces la conciencia individual en favor de la conciencia colectiva.

La eliminación de la conciencia del hombre culminó con la implantación en su subconsciente de los elegidos por ella previamente, anulando así cualquier posibilidad de rebelión por su parte. Una obra de arte.

El autómata creado por el hombre atomatizó al hombre mismo, convenciéndolo en priorizar los medios constituyéndolos como forma única y auténtica de lograr el bien común difuminado ya con el bien propio, pero para ello, fue obligado a olvidar la fuente principal de movimiento, el principal objeto, es decir, el sujeto.