Llevo ya tiempo observando la estrategia política del Gobierno ante la evidente pésima gestión del Ministerio de Fomento, concretamente reflejada en el asunto de los controladores aéreos. A este respecto he de admitir que la trama está orquestada de forma precisa, muy elaborada y de forma casi impecable, pero tampoco este lamentable mérito se le puede atribuir al propio Gobierno, puesto que el Ministro está incapacitado para semejante labor y por lo que he podido saber, se ha contratado a un equipo de una empresa de las denominadas “Union busting” (McKinsey), cuyo trabajo se fundamenta en la “destrucción de colectivos”. La táctica llevada a cabo es de manual, pero lo sorprendente es que todos y cada uno de los medios que dicen informar sobre esta cuestión, incluido el suyo, no se han tomado mayor molestia que plasmar la información vilipendiadora facilitada por AENA y por el Ministro, que por otra parte debiera ser harto sospechosa y todo ello sin haber tenido en cuenta la opinión de cada una de las partes.. en este caso se echa en falta la de los controladores, es decir, la parte vilipendiada.
Sin entrar en que la campaña mediática se ha realizado de forma que se ha vapuleado al colectivo atacando a su integridad, profesionalidad y un sin fin de etcéteras, se ha puesto en la palestra unas cifras de salarios falsas (que tampoco se han tomado mucha molestia en comprobar), que por la situación económica actual, resulta un discurso populista facilón sobre todo en un país en el que siempre se ha alabado el ideario del noble, por el que se alaba al que tiene, pero no se tiene el más mínimo respeto por aquel que lo trabaja.
Sin entrar en que a base de Decretazo se han eliminado los derechos de los trabajadores a la Negociación Colectiva, puesto que estaban en medio de la concreción de términos del nuevo convenio y con el Decreto AENA ya no necesita negociar nada.
Sin entrar que a través del mismo Decretazo se han modificado de forma unilateral las condiciones de trabajo: las referentes a horas de trabajo, las referentes a descansos, las aplicables al salario base, a las horas extraordinarias... sobre este último punto no me entretendré más que lo imprescindible: la empresa ofrece a los trabajadores unas horas extras, si no las paga en condiciones, el personal no las hará, si las paga por encima de la media, es un tema de la empresa... un tema preocupante es que se haga una media de horas extras y se obligue a toda la plantilla a trabajar hasta 600 horas más para llegar a esa media, dando por sentado que las horas extraordinarias se han de trabajar como ordinarias, en vez de contratar más personal para completar la plantilla.Sin entrar en que trabajan Navidades, Fin de Año, fines de semana, noches....y fiestas de guardar.
Sin entrar “al trapo”, que se dice coloquialmente, como han hecho los medios ante la cortina de humo de la campaña contra los controladores para desviar la atención del hecho de que un colectivo de 2000 trabajadores no puede suponer el déficit de AENA de los 12000 millones de Euros reconocidos y de la muy cercana privatización de la empresa.
Sin entrar en más temas, o por lo menos intentando no hacerlo, leo que los medios de comunicación (de desinformación sería más apropiado) han decidido publicar que “la inspección destapa la farsa de los controladores”, nuevamente repitiendo los datos facilitados por AENA y los entes propios del Gobierno, así que sin que haga falta pensar mucho, yo me pregunto.. cada uno de las bajas ha sido entregada por un médico distinto... la investigación creo que nada más que por uno.. cuya consigna, ¡adivinen!!: ¿no sería dar altas????
Por otra parte también señalan que tras el nuevo Decreto, el descanso será de entre 48 y 60 horas...¿no se han parado a pensar que las horas de sueño están contabilizadas en esas 48 y que el máximo de 60 será cuando se trabajen 2 noches seguidas?. No les parece un máximo de 10 horas de actividad una barbaridad para cualquier “currito de a pie”?¿no lo será más para quien, no como un neurocirujano tiene una vida en sus manos y hará una operación cada “x” tiempo, sino que será obligado a cumplir estos turnos cada uno de los días trabajados?¿con la vida de cuántas personas en sus manos por hora han de trabajar estos controladores?
Por último y como toque de atención que me permito darles a la falta de seriedad sobre lo que escriben: antes del Decreto de Febrero, un controlador trabajaba 3 horas con una de descanso, si ahora un controlador trabaja cuatro horas en las que descansaba 60 minutos (de cada 4 horas se descansa 1) y el segundo decreto se establece que descansarán 30 minutos cada 2 horas (de cada 5 horas se descansa 1), ¿cómo queda de magnánima la ampliación de la frecuencia con este cálculo de matemáticas básicas?
En resumidas cuentas, sólo decir, por ahora, que me gustaría que aquellos que escriben los artículos se tomen la molestia de informarse algo más que con los comunicados del Gobierno.
Así que, Sres., ¿quién les parece que es el que controla qué?
Así que, Sres., ¿quién les parece que es el que controla qué?
