sábado, 17 de noviembre de 2007

Sobre la televisión


Estaba leyendo no hace mucho sobre los medios de comunicación y el papel que estos han tenido y tienen en la sociedad actual. Sin pretender hacer un análisis exahustivo ni técnico sobre el asunto en cuestión, sí me gustaría comentar mi opinión sobre, concretamente, la televisión. Cuántas expectativas defraudadas con el insigne aparato. Porque comentarios aparentemente inocentes, sobre las horas que estamos frente a la pantalla, se convierte casi en ofensa:

La tele no la puede ver uno ni aunque quiera. Aunque siempre tiene opciones como:

-Entrevista apasionante a Ana Botella.. adivinen canal. El escenario, como no podía ser de otro modo, “Hotel Ritz de Madrid”.

- Morrazos siliconíticos enmarcados en botox en estado puro de “la Macbeal”, haciendo de jovenzuela rebelde.

- Programa de parturientas acuáticas.. ni hablo porque todavía tengo el estómago revuelto.

- Programas durante horas del antes, después y el durante los partidos... en los que podemos llegar a tener información hasta sobre la medida legal y real del césped de los campos de fútbol.

-Días enteros dedicados a la fórmula uno, en los que se da tanta información que podríamos casi construir un coche para competir en alguna carrera.

- Serie americana, como no, cuya temática versa sobre el fin del mundo en cualquiera de sus formatos... huracanes, alienígenas, maremotos, terremotos, plagas... vaya, esto último éramos nosotros.
-Programas llamados "reality show" con mucho más de show que de reality, en los que encierran a niños, adultos, monos (disculpen, creo que he repetido los dos últimos términos) o lo que se tercie, en cualquier habitáculo que se les ocurra...

-Concursazo sobre "aspirantes a modelinchis", de edades que prefiero no comentar por respeto a los chupetes, en los que no se hace más que confirmar lo errático de unos pretendidos valores tales como la lectura de revistas de moda antes que cualquier libro ( cuando alguna de las participantes muy probablemente necesitaría aprender a leer e incluso a hablar) y/o tratar de que una compañera se rompa una pierna, son la clave para ganar.

- Ah! y, por supuesto, nos queda el espacio televisivo ofensivamente denominado como “el peliculón”. Cuya elección estaba basada obviamente para hacer gala al nombre del espacio, en una gran película, en la que actores de la quinta de los de la quinta de mis padres se hacen pasar por jóvenes impúberes habiendo pasado de largo la treintena hace décadas, que han de aguantar sin sexo un número determinado de días con apuesta de por medio.

Así que desde aquí, quiero agradecer a todos los programadores televisivos, que hayan conseguido sin aparentemente gran esfuerzo, que la caja tonta lo sea más que nunca y por ende, hayan conseguido que estudie, pareciéndome esto último, lo más interesante que hacer mientras descanso, hecho este no exento de mérito, puesto que no lo había conseguido en mi largííísima y casi eterna, que no fructífera, trayectoria estudiantil.

Pero no estaría de más el recordarles que por mi parte agradecería también en grado sumo, poder estar en alguna ocasión frente a la televisión utilizando alguna de mis neuronitas y, como última petición, que casi roza la locura.... poder entreterme aprendiendo... o aprender entreteniéndome... lo sé, lo sé... demasiado pedir.

Reclamaría mis derechos más enérgicamente, con esto que creo haber comentado en alguna otra ocasión, “yo también soy audiencia”, pero tal vez sea mejor así, ya que por lo menos estudio y ahora no sólo sableo en un ámbito a la SGAE, si no que he ido ampliando campos en los que incluyo documentales y alguna que otra serie tan friky, que raya lo inconfesable.

3 comentarios:

Gatopardo dijo...

Por eso prefiero el cine.

oscuros ronroneos

Anónimo dijo...

Pues fíjese, que a mí, aún así, me gusta la tele, menudas sietas me doy en el sofá con ella puesta.
Pero estoy con nuestro querido Gatopardo, me va más el cine, y si es de Kusturica...para qué hablar...¡¡¡
Me gusta ver que tenemos otro lugar donde leerla.
Pos ya estamos aquí.
Saludos a este nuevo sitio.
Cuídese señora marea negra.

Unknown dijo...

*Querida Rani,

jajaja Cómo negar el efecto adormecedor de la tele...

Yo también me decanto más por el cine.. cuando puedo, pero admito que no soy más que "amateur" del tema...kusturica entra dentro lo conocido (que por mi parte es poco, pero selecto, eh? jeje).

Gracias a usted también por haberse tomado la molestia de visitar "el lado oscuro".

Los besos, seguirán siendo por oleadas ;)